Bruselas fue liberada por los aliados el 3 de septiembre de 1944, lo que supuso la interrupción inmediata de la publicación de Le Soir y, por consiguiente, de Las aventuras de Tintín. La acción de Las siete bolas de cristal quedó interrumpida en el momento en que Tintín deja el hospital en que están internados los arqueólogos afectados por la maldición del inca Rascar Capac (página 50 de la edición actual del álbum). En las últimas tiras se describía su encuentro con el general Alcázar, a punto de viajar a Sudamérica.
Para Hergé, acusado de colaboracionismo, se inició un calvario personal, ya que se le impidió seguir trabajando, y tuvo que responder de su actitud durante la ocupación. Puso fin a esta situación la intervención de Raymond Leblanc, antiguo miembro de la resistencia belga, que brindó a Hergé la posibilidad de continuar las aventuras de su reportero en una nueva revista, que llevaría precisamente el nombre del célebre personaje, Tintín, y cuyo primer número apareció el 26 de septiembre de 1946. El nuevo proyecto fue un éxito desde sus inicios, a pesar de la fuerte competencia de otros semanarios dirigidos al público juvenil: su tirada inicial fue de unos 60.000 ejemplares, una cifra bastante elevada para la época, y al cabo de pocos números llegó a los 80.000.
Para Hergé, acusado de colaboracionismo, se inició un calvario personal, ya que se le impidió seguir trabajando, y tuvo que responder de su actitud durante la ocupación. Puso fin a esta situación la intervención de Raymond Leblanc, antiguo miembro de la resistencia belga, que brindó a Hergé la posibilidad de continuar las aventuras de su reportero en una nueva revista, que llevaría precisamente el nombre del célebre personaje, Tintín, y cuyo primer número apareció el 26 de septiembre de 1946. El nuevo proyecto fue un éxito desde sus inicios, a pesar de la fuerte competencia de otros semanarios dirigidos al público juvenil: su tirada inicial fue de unos 60.000 ejemplares, una cifra bastante elevada para la época, y al cabo de pocos números llegó a los 80.000.
Hergé recuperó a su personaje desde el primer número de la revista. Con algunos pequeños cambios (se intercaló un encuentro entre Tintín y Haddock), la acción de Las siete bolas de cristal se reanudó donde se había interrumpido. En lugar de la tira única en blanco y negro que se había utilizado en los últimos tiempos de Le Soir, en la nueva revista se publicaban tres tiras en color en la doble página central, lo que permitió a Hergé cuidar más la ambientación, e introducir en algunas de las planchas un texto explicativo acerca de la civilización inca. El templo del sol, segunda parte de Las siete bolas de cristal, continuó publicándose en la revista Tintín hasta el 22 de abril de 1948. Las dos partes de la aventura aparecerían en álbum, en color, en 1948 y 1949, respectivamente, con significativas modificaciones.
Concluida la publicación de este díptico narrativo, Hergé decidió retomar, ocho años después, la aventura que había quedado interrumpida en 1940 a causa de la invasión alemana, En el país del oro negro. En su reanudación, el autor incorporó personajes y situaciones posteriores al momento en que la obra se había iniciado: aparece (aunque muy brevemente) Haddock, cuya primera aparición en la serie de Tintín había tenido lugar en El cangrejo de las pinzas de oro, empezado después de En el país del oro negro, e incluso reside ya en Moulinsart, la mansión que sólo había adquirido al final de El tesoro de Rackham el Rojo. La acción se desarrollaba inicialmente en el Mandato británico de Palestina, con referencias al terrorismo del Irgún; en una edición posterior, realizada en 1971 a petición de su editor londinense, Hergé trasladó la ambientación del álbum a un país árabe imaginario (el Khemed), sin referencias históricas concretas. Aparecen en este álbum por primera vez dos personajes de importancia: el emir Mohammed Ben Kalish Ezab y su hijo, el príncipe Abdallah.
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